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Arranca el Tour 2011 con la rivalidad entre Alberto Contador y Andy Schleck como gran reclamo

Vuelve la gran batalla: Alberto Contador vs Andy Schleck

Ya ha pasado un año desde el Tour de la polémica. Contador llegaba a la ronda gala como gran favorito y sin la presión de compartir equipo con Lance Armstrong. Su principal rival volvía a ser Andy Schleck, que comandaba un Saxo Bank fortísimo cuyo objetivo era llevar al joven luxemburgués a lo más alto del podium en París. Se quedó más cerca que nunca de Contador, 39 segundos que fueron prácticamente los mismos que perdió por avería el día que Alberto se vistió de amarillo.

El de Pinto llegó a la crono final con 8 segundos de ventaja y el bueno de Andy llegó a crear dudas en la primera parte del recorrido, donde llegó a verse virtualmente a tan solo dos segundos de la victoria final. Pero Alberto había estado controlando su esfuerzo, y pese a no hacer una buena contrarreloj, su experiencia y su buen hacer en el tramo final de la etapa le llevaron hasta su tercer Tour, el segundo de forma consecutiva. Hablaron por si solas las imágenes de un Contador extenuado nada más pasar la línea de llegada. De nuevo el madrileño se hacía con la corona en los Campos Elíseos, pero Andy se le había acercado más que nunca, por lo que los amantes del ciclismo empezaron desde aquel momento a contar los días para el pistoletazo de salida a esta edición 2011, esperando un nuevo capítulo de la preciosa rivalidad que ambos genios han creado.

Después ya vendría todo lo demás. El extrañísimo positivo de Contador, las intromisiones políticas en el caso, la absolución de la Federación Española; y sobre todo, el pasotismo de UCI y AMA, enfrascadas ambas en una lucha que no ha hecho sino perjudicar tanto al mundo del ciclismo en general como a Alberto en particular. Esto ha creado una situación ridícula, donde Alberto ha ganado un Giro que puede perder y tomará la salida del Tour sin saber si se lo quitarán si lo gana. De proclamarse vencedor y ser sancionado posteriormente, podría perder dos Tours y un Giro. Un descomunal absurdo que ha puesto de manifiesto la incapacidad de las autoridades ciclistas para la toma de decisiones importantes.

Contador aún no sabe si podrá conservar sus victorias en el Tour 2010 y el Giro 2011, así como el Tour 2011 si finalmente llega a ganarlo

Afortunadamente ya ha pasado un año y el Tour ya está aquí. Volverá a hablarse -¿sólo?- de ciclismo y las noticias volverán a centrarse en Contador y Schleck, Andy y Alberto. Salvo sorpresa mayúscula volverán a ser ellos dos los que se jueguen el triunfo final. El madrileño ha querido quitarse presión y le ha otorgado el favoritismo al luxemburgués. Tiene sus razones: Andy ha enfocado toda la temporada a la preparación del Tour, mientras que Alberto viene de ganar un Giro durísimo y su rendimiento ofrece dudas.

Al menos eso dice él. Pero por muchos balones fuera que quiera echar, el favorito en las quinielas es él. Quitando su debut en la ronda francesa en 2005 -donde finalizó 31º-, ha ganado las seis grandes vueltas en las que ha tomado la salida: Tour 2007, Giro 2008, Vuelta 2008, Tour 2009, Tour 2010 y Giro 2011. Unos números impresionantes que muestran a las claras que cuando Contador se presenta en la salida de una grande lo hace para ganarla. Pero Andy Schleck está empeñado en cortar la triunfal racha del español y cada año parece estar más preparado para hacerlo.

Andy Shleck espera conservar hasta París el amarillo que llegó a llevar el año pasado

Andy saltó a la escena del ciclismo en el Giro de 2007, cuando con tan solo 22 añitos logró colarse segundo en la general a 1:55 del italiano Danilo Di Luca. Al año siguiente mostró sus credenciales en el Tour, acabandó undécimo en la general y llevándose el maillot blanco. Andy ha dominado desde entonces la clasificación del mejor joven, pero su evolución en la general ha sido espectacular. En 2009 acabó en segunda posición a 4:11 de Contador, imponiéndose a nombres como Armstrong, Bradley Wiggins, su hermano Frank o Andreas Kloden.

El año pasado su posición final no cambió, pero si la forma de producirse. Esta vez no defendió el segundo puesto de todos los demás, sino que le plantó cara a Contador hasta el último día y acabó a tan solo 39 segundos. En esta ocasión su lugar de privilegio tras Alberto no corrió peligro. Ni Denis Menchov ni Samuel Sánchez lograron ponerle en aprietos, por lo que tuvieron que conformarse con luchar por el último escalón del podium parisino, que finalmente fue para el ruso.

El podium de 2010: Alberto Contador (Astaná), Andy Schleck (Saxo Bank) y Denis Menchov (Rabobank)

Para muchos este debe ser el año definitivo de Andy. A su favor tiene la preparación de la temporada, totalmente enfocada a ganar la ronda gala; y su capacidad de progresión, sobre todo en contrarreloj. A estas alturas ya nadie pone en duda que el luxemburgués es todo un superclase que habría dominado el Tour en otra época. Que la presencia de Alberto en el pelotón es lo único que hasta ahora le ha separado de estrenar su palmarés en una grande. Podría ser este año.

Ambos han cambiado de maillot. Andy Schleck dejó el Saxo Bank junto a su hermano y Cancellara, entre otros; y Bjarne Riis enseguida se puso manos a la obra para cubrir su baja. ¿Y con quién mejor que con Alberto? El madrileño dejaba Astaná y se convertía en el objetivo de todos los equipos fuertes del pelotón. Al final fue el Saxo Bank, que espera de esta forma proclamarse campeón del Tour tras los dos segundos puestos de Andy.

El resto de batallas

El tercer puesto

Aunque parezca aventurado cerrar la lucha por la victoria final a tan solo dos corredores, lo cierto es que sería una sorpresa mayúscula que la victoria final no fuese para Andy o Alberto. De ser así, la lucha por la tercera plaza volverá a ser otro de los grandes atractivos de la prueba. Aquí el abanico de favoritos se abre un poco más:

Samuel Sánchez: El asturiano se quedó a las puertas del podium en 2010 y espera dar un paso más este año.

Cadel Evans: Uno de los corredores más completos y regulares del pelotón, gran aspirante a la tercera plaza.

Ivan Basso: No ha corrido el Giro, por lo que llega más fresco que otras veces. Podría dar la sorpresa.

Robert Gesink: Le falta ganar algo de continuidad en rondas de tres semanas. Habrá que vigilarle en la montaña.

Jurgen Van Den Broeck: Ya no está tan tapado como el año pasado. Otra rueda a seguir en la montaña.

Bradley Wiggins: Si vuelve a ser el de 2009 habrá que tomarle en serio. Referencia en la crono.

Frank Schleck: Viene a ayudar a su hermano pero no se puede dejar al margen.

Roman Kreuziger: Le falta dar un último paso que le consolide en la élite del pelotón.

Además de estos ocho nombres, aparecen otros ilustres como Levi Leipheimer, Alexandre Vinokurov, Andreas Kloden, Ryder Hesjedal, Chris Horner, Nicolas Roche, David Arroyo o Vladimir Karpets; que si bien no parten como favoritos al podium podrían dar alguna sorpresa.

Las cronos

El suizo Fabian Cancellara será el hombre a batir en la lucha contra el crono

En lo que refiere a la contrarreloj, el favorito es indiscutible: Fabian Cancellara. El hombre a batir del pelotón siempre que salen de uno en uno, es el auténtico dominador de la especialidad en los últimos años. Entre sus rivales -además de los que cuentan para la general como Wiggins o Contador-, destacan David Millar, Tony Martin, David Zabriskie, Richie Porte o Edvald Boasson Hagen.

Los sprints

Mark Cavendish, Tyler Farrar, Alessandro Petacchi y Thor Hushovd son los cuatro sprinters con más nombre del Tour, pero habrá que prestar atención a otros velocistas como André Greipel, Tom Boonen, Gerald Ciolek, Borut Bozic, Mark Renshaw, Bernhard Eisel o los españoles José Joaquín Rojas y Fran Ventoso.

Las demás etapas

Por último falta nombrar a aquellos corredores que serán los encargados de animar la carrera en las jornadas de transición, y que buscarán triunfos de etapa. Philipp Gilbert, Luis Leon Sánchez, Sylvain Chavanel y David Moncoutié son cuatro de los ciclistas que siempre se dejan ver. Pero tampoco conviene olvidar a muchos otros como Jens Voigt, Egoi Martínez, Carlos Barredo, Janez Brajkovic, Vasil Kiryienka, Joan Antoni Flecha, Rigoberto Urán, Sandy Casar, Damiano Cunego, Thomas Voeckler, Aleksandr Kolobnev o Romain Feillu.

Por último, destacar un dato histórico. Por primera vez en la historia, un ciclista de color tomará la salida en la ronda gala. Su nombre es Yohann Gené.

Alberto Contador celebrando su segundo Giro de Italia. El de Pinto suma ya seis grandes vueltas

Alberto Contador ha hecho buenos los pronósticos y se ha embolsado su sexta vuelta grande consecutiva, en este caso su segundo Giro de Italia. Y lo ha hecho a lo grande, logrando dos victorias de etapa y regalando unas cuantas más. El madrileño ha puesto de manifiesto su enorme superioridad en el pelotón y no ha fallado ningún día, imponiéndose con solvencia a sus rivales tanto en montaña como contra el crono. Sucede en el palmarés al local Ivan Basso que no tomó la salida en esta edición, por lo que no pudo defender su cetro.

Ha sido un triunfo muy diferente al de 2008, donde llegó a Italia de rebote tras conocerse la exclusión de Astaná del Tour que le impedía defender su victoria. Conoció la noticia estando de vacaciones y tuvo que presentarse en la ronda transalpina sin poder realizar preparación previa alguna. Se lo tomó con tranquilidd, fue cogiendo piernas con los días y logró imponerse con casi dos minutos a Ricardo Riccó y Marzio Bruseghin después de sentenciar en la contrarreloj final.

Nada que ver con este 2011, donde el de Pinto se ha dado un auténtico paseo. Más de 6 minutos a Scarponi y Nibali y la sensación de que la última semana ha conservado fuerzas para el resto de la temporada. Decidió no disputar la victoria de la última crono y aún así entró tercero, tras dos grandes especialistas como el británico David Millar y el danés Alex Rasmussen. De nuevo se confirma que sin Andy Schleck de por medio nadie puede ni tan siquiera acercarse al pinteño. Los clasificación final fue la siguiente:

Tanto Scarponi como Nibali se dieron cuenta pronto de que Contador estaba a otro nivel y ofrecieron una bonita lucha por el segundo puesto de la general, además de la victoria moral que supone ser el primer italiano en su gran vuelta. Al final Scarponi logró defender la segunda plaza por 46 segundos en la crono final y subió por primera vez al pódium de una grande; mientras que para Vincenzo supone su tercer cajón consecutivo en rondas de tres semanas, tras el tercer puesto del Giro 2010 y su victoria en la Vuelta a España el Septiembre pasado.

Los italianos Michele Scarponi y Vincenzo Nibali escoltaron a Contador en su segundo triunfo en Milán

Cuarto fue John Gadret, que sumó una victoria de etapa y se consagró como el futuro del ciclismo francés, mientras que “Purito” Rodríguez consiguió acabar quinto con 23 segundos sobre Roman Kreuziger. El checo se valió de su buena crono final para superar al venezolano José Rujano, uno de los grandes animadores de la ronda que conservó el séptimo lugar con sólo 6 segundos sobre el ruso Denis Menchov.

El top ten lo completaron Steven Kruijswijk y Konstantsin Sivtsov; mientras que Mikel Nieve se quedó a las puertas en la undécima posición tras sumar una victoria de etapa –la misma que logró en la Vuelta 2010, donde también se anotó un triunfo parcial-. David Arroyo (14º) e Igor Antón (18º) fueron los otros dos españoles que lograron terminar entre los 20 primeros.

En cuanto a triunfos de etapa, sólo Alberto Contador y Mark Cavendish consiguieron repetir éxito con dos triunfos cada uno; mientras que el balance final español fue de seis victorias. A las dos de Alberto hay que añadir las de Ángel Vicioso, Francisco José Ventoso, Igor Antón y Mikel Nieve; siendo la edición del Giro con más ganadores españoles diferentes.

Además de Contador (2), sumaron victorias de etapa Ángel Vicioso, Fran Ventoso, Igor Antón y Mikel Nieve

También sumaron triunfos nombres conocidos del pelotón como José Rujano, Alessandro Petacchi, David Millar, Vasil Kiryenka, Paolo Tiralongo y John Gadret. Por nacionalidades España se impuso a Italia por 6 etapas a 5, quedando Gran Bretaña tercera con 3 triunfos. Por último consiguieron una etapa Francia, Venezuela, Bielorrusia, Bélgica, Holanda y Estados Unidos –crono por equipos-. Por lo que respecta a las demás clasificaciones, el italiano Stefano Garzelli se adjudicó la montaña y Alberto Contador se llevó la regularidad; mientras que el Astaná consiguió hacerse con la clasificación por equipos.

Los puntos negros del Giro fueron los fallecimientos del belga Wouter Weylandt en la tercera etapa tras chocarse contra un muro; y del español Xavi Tondo en un desgraciado accidente doméstico cuando se dirigía a entrenar para preparar el Tour. Descansen ambos en paz.

Las trágicas muertes del belga Wouter Weylandt y el catalán Xavi Tondo sacudieron el mundo del ciclismo en las últimas semanas

El cántabro Severiano Ballesteros, leyenda del golf mundial, ha fallecido a los 54 años de edad

Al final el gran Seve no ha podido ganar el torneo más importante de su vida; y dos años y medio después de serle diagnosticado un tumor cerebral, esta madrugada una insuficiencia respiratoria ha traído consigo el ya esperado final, dado que su estado ya era crítico el día de ayer. Ballesteros nos ha dejado a los 54 años, pero su recuerdo será imborrable para el deporte mundial. Considerado uno de los mejores golfistas de todos los tiempos, su labor dentro y fuera de los campos ha dado a conocer este deporte en nuestro país. Y entre él y otros grandes como Ángel Nieto o Manolo Santana comparten el honor de ser los primeros grandes mitos del deporte español a nivel mundial.

Ahora tenemos a Rafa Nadal, Pau Gasol, Alberto Contador, Fernando Alonso, Andrés Iniesta, Iker Casillas, Xavi Hernández, Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa, Marc Coma, Marc Márquez… y un largo etcétera. Pero hace tres décadas era toda una proeza salir desde un pueblecito de Cantabria llamado Pedreña y colarse en la élite mundial de un deporte tan anglosajón, -y sobre todo estadounidense- como es el golf. Fue en 1976, cuando a los 19 años logró acabar en segunda posición en el Open Británico, y poniendo el nombre de España en los lugares de honor de uno de los torneos más prestigiosos del mundo.

Seve llegó a la élite en 1976 al terminar segundo en el Open Británico

Tres años más tarde conseguiría ganarlo, convirtiéndose así en el más joven de la historia en hacerlo; un récord que sólo pudo superar Tiger Woods. Y terminó de auparse a la cumbre un año después, en 1980; cuando fue el primer europeo en proclamarse campeón del Masters de Augusta. Estos dos torneos acabarían convirtiéndose en los Masters favoritos del cántabro. Ganó el Open Británico en tres ocasiones -1979, 1984 y 1988, su último grande-, y fue top ten en cuatro ocasiones más en sus veintiocho participaciones; mientras que en Augusta no sólo logro imponerse dos veces -1980 y 1983-, sino que también fue segundo otras dos veces, a lo que sumo un tercero, un cuarto, un quinto y un séptimo; también en 28 presencias. En los otros dos grandes no tuvo tanta suerte. En el US Open logró colarse tres veces entre los diez primeros, con un tercer puesto, un cuarto y un quinto; en un total de 18 comparecencias. Por último, en el Campeonato de la PGA obtuvo un quinto y un décimo como mejores resultados en trece comparecencias.

Seve logró colgarse la chaqueta verde de Augusta en dos ocasiones, en 1980 y 1983

Por si fueran poco sus cinco grandes -de los siete totales que tienen los españoles-, el palmarés de Seve se adorna con sus seis victorias en la Ryder Cup -más una séptima como capitán-, en una competición que le debe su actual rango; ya que fue Ballesteros quien la rescató de un ostracismo en el que había caído con las apabullantes victorias del equipo estadounidense sobre el formado por Reino Unido e Irlanda del Norte. Seve abrió el torneo a todo el continente europeo, y décadas después sigue siendo el torneo de golf por equipos más prestigioso del mundo.

Pasó 61 semanas como número uno del ranking, una cifra sólo superada por Nick Faldo (98), Greg Norman (331) y Tiger Woods (623), y por delante de nombres como Vijay Singh, Lee Westwood, Padraig Harrington o Ernie Els. Sumo en total 91 victorias en torneos profesionales, 50 de ellos en el Circuito Europeo, donde aún encabeza la lista de victorias totales, por delante de nombres como Bernhard Langer, Tiger Woods, Colin Montgomerie o Nick Faldo, en una clasificación donde aparecen también Jose María Olazábal (octavo) y Miguel Ángel Jiménez (undécimo).

Txema Olazábal y Seve Ballesteros, grandes amigos y los mejores golfistas españoles de la historia

Olazábal recogió su testigo, tanto en Augusta como a los mandos del golf español. Después vendrían Miguel Ángel Jiménez, Sergio García, Santiago Luna, Jose María Cañizares, Ignacio Garrido, Gonzalo Fernández Castaño o Álvaro Quirós, entre otros. Pero antes de Seve el golf era un deporte más que minoritario en nuestro país.

Hoy en día somos un país puntero en gran cantidad de deportes, pero nombres como Santana, Nieto y Seve nos recuerdan que no siempre ha sido así. Y que sin ellos posiblemente seguiría sin ser así. Por todo ello, por ese estupendo swing, aquel golpe imposible desde el bunker, por innumerables tardes de buen golf; pero sobre todo, por ser y comportarse como un señor dentro y fuera de los clubs de golf, mil gracias Seve. Descansa en paz, tu recuerdo será eterno.

Tras concluir la primera parte de las Clásicas, donde el belga Philippe Gilbert acaparó los éxitos más importantes, llega la primera de las tres grandes vueltas: el Giro de Italia. Y lo hace con la presencia de Alberto Contador, que prometió que participaría en Giro, Tour y Vuelta si finalmente no era sancionado; así que mientras se resuelven los recursos presentados por la UCI y la AMA el pinteño será de la partida en la ronda transalpina.

Alberto Contador es el gran favorito para conquistar su segundo Giro de Italia tras su victoria en 2008

Contador ha tratado de abstraerse de todos los procesos judiciales desde que le fue devuelta la licencia, tratando de centrarse exclusivamente en su preparación para la temporada. Y vaya si lo ha conseguido, conquistando la Vuelta a Murcia y la Volta a Cataluña, con una y dos etapas respectivamente; además de una etapa en la Vuelta a Castilla y León, donde una serie de averías le privaron de pelear por la general final, que finalmente se llevó Xavi Tondo. Con estos precedentes, parece bastante claro que el gran rival del pinteño será el mismo; y más si recordamos que en 2008 ganó el Giro de Italia cuando apenas una semana antes de comenzar estaba de vacaciones.

Pero por más que Alberto sea el gran favorito, hay un grupo de grandes nombres que no se lo pondrá nada fácil. Hay una decena de corredores con capacidad para hacer un buen papel, pero dos ciclistas sobresalen entre las apuestas para disputarle la victoria a Contador; el ruso Denis Menchov y la gran esperanza italiana, Vincenzo Nibali. Tras ellos vendría un grupo de corredores con Michele Scarponi a la cabeza, que pueden dar un paso adelante para colarse en el podium final de Milán, como Igor Antón, Roman Kreuziger, Joaquim Rodríguez, David Arroyo, Christophe Le Mevel o Carlos Sastre, aunque estos dos últimos suponen una mayor incógnita por la falta de buenos resultados recientes. La lista es larga, pero serán Menchov o Nibali las ruedas que buscarán todos cuando Contador pase al ataque.

El ruso Denis Menchov también buscará su segundo Giro tras el conquistado en 2009

Tras conquistar la ronda italiana en 2009 y no defender su corona en 2010; el ruso tratará de suceder en el palmarés a Ivan Basso, que tampoco defenderá su victoria este año. Su trayectoria le sitúa como la gran alternativa a Contador, tras ganar un Giro y dos Vueltas -la primera tras la descalificación de Roberto Heras-; y sobre todo tras dos podiums en el Tour de Francia, incluyendo el de la última edición, donde acompaño a los dos grandes dominadores del ciclismo actual, Contador y Andy Schleck. Su mejor resultado reciente es el tercer puesto en la general de la Vuelta a Murcia, pero su constancia en los últimos años le otorgan un status de gran nivel en el pelotón, por lo que será uno de los hombres a vigilar. Además, contará con un lugarteniente de lujo como Carlos Sastre.

Vincenzo Nibali es la gran esperanza italiana tras su triunfo en la Vuelta

Nibali llega al Giro como la gran ilusión de la afición italiana, que ve en el siciliano un grandísimo futuro en las grandes vueltas. Y desde luego lo tiene, como demostró en la Vuelta a España del año pasado, donde sólo Igor Antón pudo estar a su nivel hasta que tuvo que retirarse por una caída cuando vestía el rojo. Calidad tiene de sobra, aunque la presencia de Contador puede venirle grande. El año pasado fue tercero tras Basso y David Arroyo, pero desde entonces ha dado un salto de nivel significativo, y tendrá que refrendarlo a lo largo de las próximas tres semanas.

La lista de aspirantes se completa con Michele Scarponi, Igor Antón, "Purito" Rodríguez, Roman Kreuziger, David Arroyo y Carlos Sastre

Michele Scarponi es el cuarto en discordia en casi todas las quinielas, mientras que Igor Antón se verá beneficiado por la generosa cantidad de montaña que habrá en esta edición, al igual que «Purito». Roman Kreuziger y David Arroyo estrenarán jefatura de filas de Astaná y Movistar, respectivamente; mientras que Carlos Sastre viene para ayudar a Menchov, pero con ciclistas de su clase nunca se puede estar seguro.

Por si los nombres que aparecen como candidatos fueran pocos, se verán acompañados de otros que deberán convertirse en los grandes animadores de las etapas, como los locales Danilo Di Luca, Stefano Garzelli, Domenico Pozzovivo, Rinaldo Nocentini, Dario Cataldo, Giovanni Visconti o Emanuelle Sella, que siempre tienen ganas de brillar ante su público; o españoles como Dani Navarro o Mikel Nieve, que trabajarán para sus líderes pero que podrían buscar algún momento de gloria personal. Y como no, clásicos del pelotón que deberán tener presencia en carrera como el inglés David Millar, el sueco Thomas Lovkvist, el francés Brice Feillu, el bielorruso Vasil Kiryienka, el venezolano José Rujano, el australiano Richie Porte o el portugués Tiago Machado.

Finalmente, la relación de velocistas que se jugarán las pocas etapas que habrá a priori al sprint, estará encabezada por los tres grandes sprinters de los últimos años: el británico Mark Cavendish, el italiano Alessandro Petacchi y el norteamericano Tyler Farrar.

Mark Cavendish, Alessandro Petacchi y Tyler Farrar serán las ruedas a seguir en los sprints

Si estos tres dejan algo, hay un buen número de sprinters que esperarán su oportunidad, como Borut Bozic, Robbie McEwen, Gerald Ciolek, Graeme Brown, el español Fran Ventoso o Mark Renshaw si no tiene que lanzar a Cavendish.

Son suficientes nombres -más los que quieran aparecer a lo largo de la prueba-, como para garantizar un precioso espectáculo. Y el recorrido no será menos, con ocho etapas de alta montaña -siete con final en alto-, y cinco de media montaña; con 40 puertos en total. El recorrido se completa con cinco etapas llanas y tres contra el crono: el prólogo por equipos de 19 kilómetros, una cronoescalada de 13 y la contrarreloj final de Milán de 31 kilómetros. Serán 21 etapas en 23 días entre Turín y Milán donde el pelotón llegará con 3.524 kilómetros en las piernas, con nueve etapas con más de 200 kilómetros y tramos de tierra para castigar todavía más las piernas de los corredores.

En definitiva, que los amantes del deporte de la bicicleta no tendrán excusa alguna desde hoy 7 de Mayo y hasta el próximo domingo 29 para no pegarse a la televisión.

Tras las victorias en Amstel Gold Race y en la Flecha Valona, el belga Philippe Gilbert partía de nuevo hoy como el hombre a batir en la mítica Lieja-Bastogne-Lieja. Y no ha defraudado a nadie, imponiéndose con gran solvencia a los hermanos Schelck en la meta, completando así el conocido como «la triple corona de las Ardenas», algo que no conseguía nadie desde el italiano Davide Rebellin en 2004. Antes también había ganado la Flecha Brabanzona; y a partir de ahora va a ser sin duda el hombre a batir en todas las clásicas del calendario, además del campeonato del mundo, su gran objetivo desde hace años; y en el que acostumbra a pelearse en solitario -hasta ahora de forma infructuosa- con los italianos y los españoles. 2011 puede ser el año definitivo para que un belga vuelva a subir al podium de los mundiales, algo que no consiguen desde el tercer puesto de Peter Van Petegem en 2003 -el último en ganarlo fue Johan Museeuw en Lugano en 1996.

El belga Philippe Gilbert se consolida como el hombre de moda en el pelotón tras su triplete en las Ardenas

Si bien hace ya años que Philippe Gilbert milita en el grupo de los hombres destacados en las pruebas clásicas, no ha sido hasta este 2011 cuando ha asumido el favoritismo real por delante de hombres consolidados desde hace más años como el suizo Fabian Cancellara, el noruego Thor Hushovd o su compatriota Tom Boonen.

El belga se presentó en el panorama internacional ganando una etapa en la Dauphiné Liberé en 2006, y se consolidó en 2008 ganando la Challenge de Mallorca y la París-Tours, que ganaría también en 2009, donde también se impuso en una etapa del Giro de Italia, para rematar la temporada con sendas victorias en el Giro del Piamonte y el Giro de Lombardía, dos pruebas que también conquistaría en 2010, junto con dos etapas de la Vuelta a España, una etapa de la Vuelta a Bélgica y la Amstel Gold Race. Pero si su 2010 fue bueno, este inicio de campaña ha sido espectacular, con una etapa en la Tirreno-Adriático y otra en la Vuelta al Algarve.

Tras imponerse en la Flecha Brabanzona, llegó como uno de los grandes favoritos a la Amstel Gold Race, tras su victoria en 2010 ante el canadiense Ryder Hesjedal y el italiano Enrico Gasparotto. No le pudo la presión y consiguió repetir victoria, superando en la línea de meta a Joaquim Rodríguez, por delante de un grupo en el que entraron Simon Gerrans, Jakob Fuglsang, Aleksandr Kolobnev y Óscar Freire.

Tras repetir victoria en la clásica cervecera, Philippe llegaba a la Flecha Valona como principal adversario de los españoles, en la que es la clásica que mejor se les ha dado a los nuestros. Llegó un buen nutrido grupo al pie del muro final de Huy, y de nuevo nadie pudo seguir la rueda del belga cuando lanzó su ataque definitivo. Los españoles Joaquim Rodríguez y Samuel Sánchez acompañaron a Gilbert en el podium final.

Gilbert se impuso a Purito Rodríguez y a Samuel Sánchez en la Flecha Valona

Detrás de los tres entró un grupo formado por nombres como Alexander Vinokurov, Igor Antón, Jelle Vanendert, Frank Schleck y Dani Moreno. Alberto Contador, que llegaba con la intención de disputarle el triunfo final a Gilbert, se bajó de la bicicleta antes de tiempo alegando que aún no estaba al cien por cien -de momento, y a la espera de los recursos de UCI y AMA el pinteño sigue con su preparación para el Giro-.

Con semejante panorama se toma la salida hoy en Lieja. De nuevo Gilbert contra todos, cada vez más vigilado. Y de nuevo no ha vuelto a servir de nada. Ni con Andy Schleck y su hermano Frank haciendo labor de equipo cuando se quedaron los tres solos lograron pararle. Philippe se impuso en la meta demostrando una gran superioridad, mientras Frank primero y Andy después entraban con la sensación agridulce de haber conseguido un doble podium para Luxemburgo en una de las clásicas más reconocidas del mundo, pero de no haber estado ni cerca de hacer sucumbir a Gilbert, que sigue mostrándose intratable. A casi medio minuto entraría un grupo con grandes ciclistas como Roman Kreuziger, Rigoberto Urán o Vincenzo Nibali, entre otros. El primer español ha sido Samuel Sánchez, que no ha podido pasar de la décima plaza.

Gilbert declaró que había sido el día más bonito de su carrera, además de manifestar su admiración ante el trabajo realizado por los Schleck para intentar batirle. Ahora hay un impás en las clásicas con el comienzo del Giro de Italia, pero no hay ninguna duda de que el belga va a ser el centro de todas las miradas en cualquier tipo de prueba de estas características el resto de la temporada. No es fácil atreverse a hacer pronósticos sobre cuántas victorias más cosechará el belga durante este 2011, pero esta mágica semana no se la va a quitar nadie.

Van ya más de dos meses y nadie abre la boca. Se pasan la pelota de unos a otros y nadie se inclina por una cosa u otra. La UCI y la AMA han utilizado a Alberto para ahondar en sus rencillas, y ahora la Federación Española guarda un silencio sepulcral. Contador pidió en su día una resolución rápida, y de momento sólo le salta el contestador. Cada vez con una voz diferente, pero con el mensaje repetido.

Y no es serio. No lo sería en cualquier deporte, pero muchísimo menos en uno como el ciclismo, que trata desde hace años de huir de las trampas que él mismo se puso en las décadas anteriores. Pero de un tiempo hacia aquí las cosas no se hacían mal del todo. Se perseguía a los tramposos y se les sancionaba en cuanto eran pillados, algo que denota a las claras que ningún organismo crea en la culpabilidad de Contador. O si lo creen no están nada seguros, ya que si no la sanción hubiera sido inminente. Y es que hay veces  que demostrar la culpabilidad es difícil, pero demostrar la inocencia es imposible.

Alberto Contador sigue aguardando la resolución de su positivo por clembuterol

Y en esas está Alberto. El otro día en Teledeporte manifestaba que no cree que haya posibilidad de que le acaben sancionando, y lo más impactante,  que si hay una sanción larga es posible que cuelgue la bicicleta, lo cual si que sería una verdadera lástima -incluso aunque se hubiese dopado-. Estos fueron los titulares de los que se hicieron eco los medios, pero durante la entrevista el de Pînto soltó alguna perla más, como que ahora ocupa más sitio en los propios medios de lo que lo hacía ganando los Tours. Y aquellos que seguimos el ciclismo sabemos que es una gran verdad, ya que antes el ciclismo era un deporte menor en las páginas deportivas, mientras que ahora el nombre de Contador sale tan arriba en los medios virtuales como el de Rafa Nadal o el de Fernando Alonso. En definitiva, Contador ahora si es noticia, lo cual es muy triste.

Y sin embargo no es noticia que Joaquím Rodríguez, «Purito;» haya acabado el año en la primera posición del ranking. Una pequeña esquinita mal redactada en los breves y se pasa a otra cosa, como un seguimiento completo de las ruedas de prensa de José Mourinho y Pep Guardiola. Pero un periodista escucha la palabra «dopaje» y de repente todos los micros están en ON, lo cual también es triste. Eso si, nadie se escandaliza por los irrisorios controles que se pasan en casi todos los demás deportes, cuya exigencia es mínima en comparación con una vuelta de tres semanas pedaleando 200 kilómetros al día. Pero lo de verse las etapas y hacer crónicas trabajadas no se lleva. No vende y no cabe en los medios.

Purito Rodríguez acaba el mejor año de su carrera como número uno de la UCI, pero eso no vende

Soluciones para el dopaje no hay muchas, pero se podría empezar por reducir un poco las etapas, o hacer Tours, Vueltas y Giros de 15 días, además de liberar un poco el calendario. La otra opción es permitir ciertas sustancias, pero en teoría se atentaría contra el espíritu deportivo. Y en esas estamos, porque mientras no se haga nada no cambiará nada. Lo dijo Edmund Burke hace más de un par de siglos: «Para que triunfe el mal sólo es necesario que los hombres buenos no hagan nada». Si lo aplicamos al terreno de la bici nos daremos cuenta de que actualizar los laboratorios de detección hasta el infinito no es el camino, porque supondrá un viaje en paralelo a los avances que se hagan en los laboratorios de tramposos, sólo que un tiempo detrás. Se hallarán nuevas sustancias invisibles y se las meterán todos. Para cuando empiecen a pillar a los primeros esas sustancias estarán casi obsoletas, con lo que jamás se saldría de esa espiral de doping y de controles.

Por eso hay que hacer algo para que el ciclismo no muera. Porque aunque no lo parezca somos muchos los que pasamos horas en el sofá viendo a super-hombres dando bocanadas hasta la extenuación en pendientes que es difícil subir en coche. No sólo Alberto Contador, también Andy Schleck. Y un poco más atrás, los Denis Menchov, Vincenzo Nibali, Ezequiel Mosquera, Samuel Sánchez, Robert Gesink, Cadel Evans, el propio Purito o incluso Alejandro Valverde. Y como no asistir a las exhibiciones contra el reloj de Fabian Cancellara, u otros como el mítico David Millar, Gustav Larsson, Bradley Wiggins, Michael Rogers o Tony Martin. O ver a todo el Columbia llevando a Mark Cavendish a la victoria, luchando con nombres como Alessandro Petacchi, Thor Hushovd, Tyler Farrar, Óscar Freire o André Greipel. Y qué decir de las locuras de escapadas de los David Moncoutie, Sylvain Chavanel o Philipp Gilbert. Son tantas cosas, tantos juegos en un sólo deporte, que se hace difícil pensar en su final si de verdad eres fan. Y me dejo muchísimos nombres en cada una de las listas, además de grandes gregarios como el incombustible Íñigo Cuesta, que salió con el dorsal número 1 en su decimoséptima participación en la Vuelta a España.

Íñigo Cuesta, con 41 años y 17 participaciones en la Vuelta a España, todo un ejemplo para el mundo del ciclismo

Hay que arreglarlo como sea, y empezando por el que ha sido su máximo exponente a lo largo del último lustro: señores de la Federación Española, a la atención de quien corresponda: Para bien o para mal, solucionen el caso Contador.

Yo creo en la inocencia de Alberto. No soy médico ni tengo un laboratorio contra el doping, ni tampoco me hace falta. Y creo en él porque nunca le ha hecho falta, porque siempre se ha alzado como el gran campeón llamado a comandar el renacimiento del ciclismo tras sus tiempos más oscuros. Esa dicotomía naciente con el luxemburgués Andy Schleck, que cada año llega más fuerte y más cerca, estaba consiguiendo devolver al ciclismo a las cotas que merece. Y parece que vamos por el buen camino.

O al menos eso parece. Ahora se oyen voces ventajistas alarmando sobre el ennegrecimiento de tan precioso deporte. Pero basta con echar la vista atrás unos pocos años para darse perfecta cuenta de que el panorama ha mejorado considerablemente. Los escándalos del Festina de Richard Virenque, los positivos de grandes campeones como Roberto Heras, Óscar Sevilla o Joseba Beloki, la alargadísima sombra que no cesa de perseguir a Lance Armstrong -que curiosamente es el ejemplo de más sospechas producidas sin que acaben en sanción alguna, pese a contarse con testigos presenciales de sus prácticas dopantes-, la archifamosa Operación Puerto, y sobre todo, las trágicas muertes de Marco Pantani y el «Chava» Jiménez.

Esto si ha sido el ciclismo oscuro. No hace tanto, y esto hace que muchos quieran alargar una época que muchos sabemos que ya acabó. Antes el ser extraño era ese ciclista que prefería partirse el pecho en las carreteras y llegar a 10 minutos del líder, en un pelotón donde todos daban por buena esa «ayudita» extra llegada como agua de Mayo por vía intravenosa. Era el ciclismo un deporte de yonkis. Ahora es justo al revés. La mayoría han asumido que la limpieza es el camino, y lo raro es encontrar a un corredor que vaya en busca de esa ayuda. Algunos lo hacen pero son la excepción. Y son pillados.

Y si hay alguien que no necesita ninguna ayuda, ese es Contador. Ya ha demostrado en las carreteras que prefiere ser segundo a ganar con trampas, como ya se vio en su primer Tour, donde asumió el liderazgo de Michael Rasmussen, aquel danés que provenía del mountain-bike que de un año para otro pasó de ser un gran e irregular escalador que se dejaba diez minutos en la crono a un ciclista todoterreno que dominaba todas las especialidades. Algo pasaba y dio positivo. Como tantos otros.

 

Alberto Contador, uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos, librando ahora la batalla por su inocencia

 

Y parece ser que como Alberto Contador. Pero basta con observar un par de cosas para darse cuenta de que este positivo no tiene prácticamente nada que ver con ningún otro. A priori lo único que tienen en común es un control efectuado por un laboratorio que no ha dado el resultado esperado. Pero ahí acaban los paralelismos.

De entrada la Unión Ciclista Internacional ha tardado más de un mes en hacerlo público, lo que es un claro síntoma de que no tienen nada claro que haya habido una práctica dopante, ya que si lo tuviesen claro, este asunto se hubiera hecho público hace más de un mes, y la sanción habría sido inminente.

En segundo lugar, la cantidad encontrada de la sustancia es tan ínfima que sólo existen cinco laboratorios del mundo capaces de encontrarla, por lo que la misma muestra analizada en un laboratorio cualquiera habría dado negativo.

Tercero, el clembuterol no hace absolutamente nada por el rendimiento de un ciclista en tan minúsculas proporciones. Es ridículo jugarse un positivo por algo así. Si no se darían más casos por clembuterol, pero no es así.

Y cuarto -aunque seguro que me dejo muchos más-, Alberto Contador tiene una historia, no ha hablado de conspiraciones como otros ni ha guardado silencio como muchos. Una historia creíble y que da todas las explicaciones necesarias a los hechos producidos. Una historia de lo más sencilla que ha producido un malentendido de unas proporciones gigantescas, y que ha puesto en tela de juicio la victoria de nuestro gran campeón, postulado como una luz abierta ante el oscurantismo que vivió el deporte del sillín en la época de Lance Armstrong, que ya empezó su leyenda cubierto de sospechas al aprovechar la superación de un cáncer de testículos para mejorar de forma extrañísima como ciclista, y la fue perpetrando con el curioso sistema de fichar para su equipo con unos sueldos millonarios a todo aquel que pudiera hacerle frente.

Por ello, yo pongo la mano en el fuego por la inocencia de Alberto. Y como yo millones más. Porque nada encaja, todo está cogido por los pelos. Ni siquiera había querido mencionar ese supuesto plastificante que parece ser un invento de los periódicos norteamericanos (aquellos que corrían grandes cortinas de humo con cada sospecha de dopaje de su campeón) y los franceses (frustrados por el éxito ajeno unido al fracaso propio). Por todo esto, pero sobre todo porque la UCI, gran perseguidora de las prácticas dopantes, cree en la inocencia de Alberto.

Pep Guardiola, uno de los pocos deportistas que han limpiado su nombre por completo tras ser acusados de dopaje

Y sería fantástico para mi, ya que supondría que el segundo de mis grandes ídolos deportivos acusado de dopaje logra limpiar su nombre. Es algo que muy pocos han conseguido, y entre ellos se encuentra Pep Guardiola, que vivió en sus carnes la injusticia de una mentira en la que tampoco nada encajaba -Pep lo había sido todo en el equipo de sus sueños, y disfrutaba de un retiro futbolístico en Italia enfocado al aprendizaje de nuevas técnicas y tácticas a desarrollar en su incipiente carrera de entrenador-, y que tras una incesante lucha consiguió limpiar su nombre de forma completa, aunque a muchos se les haya olvidado. Ahora Alberto está en el camino de lo mismo, de demostrar por completo su inocencia; aunque para muchos falsos amantes del deporte siempre habrá una nube de sospecha sobre sus cabezas.