El “All England” de Londres fue por fin testigo del ascenso definitivo del serbio Novak Djokovic a la cima del tenis mundial. Con el número uno asegurado con su victoria en semifinales, sólo le quedaba derrotar a Rafa para consolidar su reinado en este 2011.
Era la final del traspaso de poderes, y sólo la trayectoria de Nadal sembraba ciertas dudas sobre la victoria de Djokovic. Por segunda vez se encontraban en la final de un Grand Slam, y lo hacían después de haberse visto las caras en cuatro finales este año.
Indian Wells, Miami, Montecarlo y Roma contemplaron atónitos como Nadal sucumbía impotente a los golpes del serbio. Especialmente dolorosas fueron las dos últimas, disputadas sobre tierra batida –la superficie que el español ha dominado con mano de hierro desde hace más de siete años-, y resueltas con relativa facilidad en dos sets por “Nole”.
Eran cuatro precedentes que, sumados a la falta de presión de saberse ya número uno mundial, otorgaban todo el favoritismo a Djokovic. Pero sobre todo, el hecho de haber perdido un solo partido en todo el año, el que le enfrentó al suizo Roger Federer en las semifinales de Roland Garros y que puso fin a su racha de 43 victorias consecutivas.
Enfrente estaba un Rafa Nadal que se plantaba en su quinta final de Wimbledon, con la intención de conquistar su tercer título y el undécimo Grand Slam de su carrera. De lograrlo se habría convertido en el cuarto jugador de la historia con más cantidad de “grandes”, igualando a dos mitos como Rod Laver y Bjorn Borg –a quien ya igualó la impresionante marca de seis títulos de Roland Garros-. Por delante sólo habrían quedado Roy Emerson con 12, Pete Sampras con 14 y Roger Federer con 16.
Pero no era el día de Rafa Nadal, al igual que tampoco está siendo su año. O mejor dicho, era el día y el año de Novak Djokovic. Ganó el primer set por 6-4 y dominó el segundo por 6-1. La tercera manga hacía soñar a Nadal, que se impuso por 6-1; pero en el cuarto set Novak jugó mejor en los momentos decisivos y con un oportuno “break” estableció el 6-3 en el marcador y se coronó rey de Wimbledon por primera vez en su carrera.
El serbio ha pasado de ser la alternativa a la dualidad Roger-Rafa a convertirse en el referente del tenis mundial en este 2011, donde ya acumula la friolera de ocho torneos. Dos Grand Slam –Australia ante Andy Murray y Wimbledon-, cuatro Masters 1000 –Indian Wells, Miami, Montecarlo y Roma; todos ante Rafa-, un Masters 500 –Dubai ante Federer-, y un Masters 250 –Belgrado ante Feliciano López-.
Con estos datos la llegada al número uno era sólo cuestión de tiempo. Pudo ser en la arcilla parisina, pero Federer se cruzó en su camino y pospuso su ascenso. Ha tenido que ser en la hierba londinense, en el torneo más mítico de la historia; y ganando a Nadal en la final, creando mayor simbolismo del traspaso de poderes.
“Nole” acaba así con la dualidad Roger-Rafa en lo alto del ranking, destrozando un dominio que duraba ya desde el 2 de Febrero de 2004; cuando el suizo desbancaba al estadounidense Andy Roddick. Federer lideró la tabla durante más de cuatro años, hasta que el 18 de Agosto de 2008 Rafa Nadal se convertía en el tercer jugador español en la historia en proclamarse número uno del mundo, tras Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero.
El mallorquín pasó casi un año al mando, hasta el 6 de Julio de 2009; cuando Federer recuperó el liderato. De nuevo casi un año después Rafa volvió a lo más alto. Era el 7 de Junio de 2010. Y así hasta hoy, 4 de Julio de 2011; en el que Novak Djokovic ha destrozado la hegemonía del suizo y el español.
La irrupción del balcánico abre un nuevo interrogante en el mundo del tenis. ¿Estamos ante el inicio de la “era Djokovic”, o por el contrario nos encontramos en los albores de una nueva bipolaridad Novak-Rafa?
Esta temporada el balear no ha conseguido derrotar al balcánico, pero si algo ha demostrado Nadal en su carrera es que las dificultades sólo le sirven para mejorar cada vez más su tenis. Además, si analizamos la temporada de Rafa; sólo Djokovic ha sido capaz de derrotarle con asiduidad. Ha ganado sólo tres títulos –Montecarlo, Barcelona y Roland Garros-; pero ha sido finalista en cinco, y en todos ellos ha sido derrotado por el serbio.
Únicamente en tres torneos ha sucumbido antes del último día. El que abría la temporada en Doha, donde cayó en semifinales ante el ruso Nikolai Davydenko; el Open de Australia, donde acudió renqueante y fue derrotado en cuartos por David Ferrer; y el reciente torneo de Queen’s, donde también cayó en cuartos ante el francés Jo-Wilfred Tsonga.
En resumen, Rafa ha sido claramente el segundo mejor tenista del año; o cómo podríamos denominarlo viendo el nivel de Djokovic, el número uno de los mortales. Ahora a Nadal le toca el más difícil todavía, encontrar la forma de ganar al serbio.
La otra gran incógnita es hasta dónde puede llegar “Nole”. Resulta evidente que el impresionante nivel de juego del que disfruta en la actualidad no puede ser infinito. Algún día bajará la guardia, caerá lesionado o alguna de las grandes raquetas del circuito –Nadal, Federer o Murray- encontrará la forma para derrotarle. El suizo ha sido el único que lo ha hecho este año, pero coincidió con uno de los peores partidos del serbio –sin quitarle ningún mérito a Roger-.
No obstante, ahora Djokovic no debe pensar en cuánto durará el momento dulce que vive ahora mismo. Su misión ha de ser la de continuar partido a partido, no variar un ápice las rutinas y las dietas que ha adquirido este 2011; el año que pasará a la historia del tenis como el que vio pasar al balcánico de gran aspirante al trono a rey por derecho propio.
Repasemos ahora la trayectoria de Novak en la ATP, desde sus primeras victorias hasta su llegada al uno:
Djokovic se dio a conocer ante el gran público con 19 años, cuando en Julio de 2006 ganó su primer torneo ATP: el Masters 250 de Amersfoort (Holanda); en el que se impuso 6-0, 6-0 al chileno Nicolás Massú. Dos semanas más tarde demostró que no era flor de un día llegando a la final de Umag (Croacia), donde tuvo que retirarse ante el suizo Stanislas Wawrinka.
Ese 2006 no volvió a llegar a ninguna final, pero ascendió del puesto 78 hasta el 16. Y ya al año siguiente consolidó su candidatura a los lugares de mayor privilegio del “ranking”. Lo hizo ganando cinco torneos, incluidos sus dos primeros Masters 1000 –Miami y Montreal, ambos sobre pista dura-. Pero su gran logro de la temporada fue llegar a la final del US Open, donde cayó ante Roger Federer. Al finalizar ese 2007 ya estaba situado como número tres del mundo, posición que conservó con facilidad durante años.
En 2008 “sólo” ganó cuatro títulos, pero todos ellos de gran nivel. Empezó la temporada ganando su primer trofeo de Grand Slam en Australia, donde derrotó a Jo-Wilfred Tsonga en la final. Después llegaron las victorias en los Masters 1000 de Indian Wells y Roma, para finalizar la temporada imponiéndose a Nikolai Davydenko en la Tennis Masters Cup de Shanghai.
Al año siguiente conquistó otros cinco torneos, pero no fue su mejor temporada y llegó a bajar hasta el top 4. Sólo destacó el Masters 1000 París, aunque perdió otras cuatro finales de dicha categoría. 2010 empezó bien con la llegada al top 2 por primera vez, pero se fue diluyendo y sólo sumó dos títulos menores, los Masters 500 de Dubai y Pekín. Lo mejor del año fue llegar de nuevo a la final del US Open, pero esta vez fue Nadal el que le privó de su segundo Grand Slam. Pero a finales de año todas las penas se olvidaron con la conquista de la primera Copa Davis en la historia de Serbia, lo que para muchos supuso el punto de inflexión en la carrera de “Nole”.
Así empezó 2011 como un tiro, ganando en Australia, Dubai, Indian Wells, Miami, Belgrado, Madrid y Roma de forma consecutiva. Llegó a Roland Garros con el número uno a tiro pero Federer se lo impidió, y tuvo que esperar a ganar Wimbledon para alzarse por fin a lo más alto. Se convierte así en el 25º jugador que logra llegar a lo más alto desde que se inició la era Open.
A sus 24 años –es un año menor que Rafa-, ya acumula tres títulos de Grand Slam, una copa de maestros, una Davis, nueve Masters 1000, siete 500 y cinco 250; para un total de 26 títulos ATP. La pista dura es su favorita, ya que en ella ha conquistado 13 trofeos, por siete de tierra batida. La victoria en Wimbledon supuso su primer título sobre hierba.
Y por lo que respecta a los Grand Slam, Roland Garros es el único donde todavía no ha conseguido llegar a la final. Pero viéndole esta temporada, parece sólo cuestión de tiempo que logre ganar al menos una vez cada uno de ellos. Su próxima oportunidad será en Estados Unidos, donde llegará como máximo favorito y buscará su primer título en su tercera final.
Son muchos motivos que hacen pensar que Djokovic se retirará siendo uno de los mitos de la historia del tenis. Falta por ver dónde tiene su techo, y como logrará gestionar las rivalidades que surgirán a partir de ahora, tanto con Rafa como con otros talentos del tenis como Murray o Federer. Y también los que vendrán a partir de ahora.
En definitiva, la ascensión de “Nole” es positiva para el mundo del tenis, y abre una nueva época en la ATP, que seguro que nos deparará enfrentamientos tan memorables como los que nos han regalado Federer y Nadal en los últimos años.
Por último, en el cuadro femenino, la checa Petra Kvitova se hizo con su primer Grand Slam al derrotar a la rusa Maria Shaparova en dos sets, por 6-3 y 6-4; erigiéndose así como una de las grandes promesas del futuro del tenis femenino.