Como muchos de los principales deportes, la NBA está llegando al final de su temporada. Después de 82 partidos de Liga Regular, ya conocemos los dos equipos que han conseguido las 12 victorias en play-off necesarias para proclamarse campeón de conferencia. Serán los Dallas Mavericks y los Miami Heat; que reeditarán de esta forma la final de 2006 tras deshacerse de Oklahoma City Thunder y Chicago Bulls -lo más curioso es que esa final es la única en el palmarés de las dos franquicias-. Entonces los Heat vencieron por 4-2 con Dwayne Wade como MVP de las finales, pero han pasado ya cinco años y eso en la NBA da para mucho.
Que uno de los secretos de la liga es su capacidad para el cambio no es ningún secreto. Su sistema premia con los mejores jugadores a los peores equipos y eso equilibra mucho las fuerzas, amén del tope salarial. Y este año ha quedado más patente que nunca, ya que no ha repetido ninguno de los cuatro finalistas de conferencia de 2010 -Los Ángeles Lakers, Boston Celtics, Phoenix Suns y Orlando Magic. Los pasados finalistas Lakers y Celtics cayeron en la ronda anterior, precisamente ante los equipos que finalmente han tomado el relevo este año -Dallas y Miami respectivamente-; los Magic perdieron en primera ronda ante Atlanta Hawks y los Suns ni tan siquiera consiguieron meterse en play-off.
Por otra parte, los cuatro finalistas de conferencia de este año venían de quedarse en primera ronda la temporada pasada. Dallas cayó ante San Antonio tras ser segundo en el Oeste en Liga Regular, Miami perdió con Boston, Oklahoma con los campeones Lakers y Chicago ante Cleveland. En definitiva, ha una temporada de renovación absoluta; motivada en gran medida por el desembarco de LeBron James y Chris Bosh en Miami y por la estrepitosa caída de los Lakers ante Dallas por 4-0 en la despedida de Phil Jackson.
Pero ya no hay tiempo para acordarse de los 28 que se quedaron en el camino, sino de disfrutar de los dos que han podido llegar. Dos auténticos equipazos muy distintos entre si. Por un lado el juego colectivo y por el otro tres de las mejores individualidades de la liga. Lo que está claro es que han llegado ahí por méritos propios y ya sólo 4 victorias les separan del título. Conozcamos mejor a los dos finalistas y cómo han llegado hasta aquí.
DALLAS MAVERICKS
Pese a ser uno de los equipos más potentes de la última década sólo han llegado a dos finales. En 2006 no pudieron con los Heat y tras un lustro se les ha presentado una ocasión única de revancha. De los protagonistas de aquello sólo quedan el jugador franquicia Dirk Nowitzki y el infatigable Jason Terry, que en esta ocasión estarán muy bien acompañados por hombres como Jason Kidd, Peja Stojakovic, Tyson Chandler o Shawn Marion. Da la sensación de que el nivel colectivo es superior al de aquella final, por lo que en Dallas hay motivos para ser optimistas.
Rick Carlisle ha cimentado su éxito en una buena compensación de la plantilla: Dirk Nowitzki como principal estrella, un base generoso y experimentado como Kidd, un tirador experto como Terry, un atleta como Marion y un trabajador bajo el aro como Chandler. En el banquillo Stojakovic como sexto hombre muy definido junto a Barea, Haywood y Stevenson, que intentan aportar al equipo en los minutos que tienen.
Los Mavericks han llegado a la segunda final sin pasar grandes dificultades en las rondas previas. De hecho, fue en la primera ronda donde tuvieron más desgaste ante Portland Trail Blazers, que consiguieron ganarles dos partidos. Más tarde llegaría la ya famosa serie ante los Lakers que resolvieron con un contundente 4-0 ante unos desconocidos Pau Gasol y Kobe Bryant. El último escalón tampoco fue muy difícil, ya que los Thunder de Kevin Durant, Russell Westbrook y Serge Ibaka sólo consiguieron ganar un partido. Aún así se han revelado como un equipo al que habrá que tomar muy en serio los próximos años.
La final no debería ser tan fácil ya que los Heat parten como favoritos, pero Nowitzki y los suyos saldrán a la pista con muchísimas ganas. Y no por la vendetta de lo de 2006, sino porque es la ocasión de poner la guinda perfecta al buen hacer de Dallas en los últimos tiempos. Y porque el alemán se merece un anillo.
ESTADÍSTICAS PLAY-OFF
MIAMI HEAT
Empezaron la temporada como la gran alternativa a la bipolaridad entre Celtics y Lakers. A Dwayne Wade, MVP de las finales en el único anillo de la franquicia; le traían dos socios de auténtico lujo: LeBron James y Chris Bosh. Ambos dejaban a los que habían sido sus equipos durante muchísimos años -Cleveland Cavaliers y Toronto Raptors- para unirse al ilusionante proyecto de Miami. No era otro que el anillo, el que se espera que sea el primero de una época en el seno de los Heat. Son el polo opuesto a los Mavericks, hay tres hombres que lo hacen todo y el resto del equipo puede considerarse como una «segunda unidad». Pero contar en tu equipo con Wade, Bosh y James te hace favorito en cualquier serie.
Con estas tres superestrellas, el gran mérito de Erik Spoelstra es la gestión de egos. Convencer a tres grandes talentos -sobre todo a James- de que no en todos los partidos podrán ser el máximo anotador del equipo y de que en ocasiones habrán de convivir con el segundo plano no es para nada una misión fácil. Había muchas dudas sobre la regularidad que podrían mantener en su juego y mucho miedo a una pérdida de cohesión, y por tanto de conexión, de los «Beach Boys». El quinteto lo completan Mike Bibby y Joel Anthony, con Zydrunas Ilgauskas, Mario Chalmers, James Jones y Udonis Haslem -único superviviente junto a Wade del anillo de 2006- en el banquillo.
En lo que refiere a su camino hacia la final, tan solo han perdido un partido por serie; con lo que el desgaste ha sido mínimo. La primera ronda ya parecía un puro trámite, con unos Philadelphia 76ers de un nivel muy inferior que debían servir para coger ritmo de play-off. Pero el siguiente test ya se antojaba mucho más serio: los Boston Celtics de Paul Pierce, Rajon Rondo, Ray Allen y Kevin Garnett; subcampeones el año pasado y claros favoritos esta temporada. El duelo prometía igualdad y mucho espectáculo, pero los Heat no dieron lugar a la emoción y de nuevo sentenciaron por 4 a 1.
Con la moral por las nubes se plantaron en la final de conferencia, ante unos Chicago Bulls que buscaban reverdecer viejos laureles de la mano del MVP de la temporada más joven de la historia, Derrick Rose. Pero el genial base no estuvo acertado en los momentos importantes, y el mítico equipo de Jordan de mostraba demasiado dependiente de su estrella. Los finales de partido les pasaron factura y llevaron a Miami a su segunda final. Tienen el factor cancha y parten como claros favoritos, pero una final nunca es fácil y menos si no ha empezado. Pero los números de sus estrellas en play-off son para hacer soñar.
ESTADÍSTICAS PLAY-OFF
Los dos contendientes están preparados y los escenarios están listos, por lo que sólo nos quedan por saber las fechas:
1) Martes 31 de Mayo (MIAMI)
2) Jueves 2 de Junio (MIAMI)
3) Domingo 5 de Junio (DALLAS)
4) Martes 7 de Junio (DALLAS)
5) Jueves 9 de Junio (DALLAS)
6) Domingo 12 de Junio (MIAMI)
7) Martes 14 de Junio (MIAMI)
En lo que refiere a los españoles, sorprendentemente este año no hay un ninguno en la final. Pero los nuestros han cuajado una buena temporada en líneas generales:
Calderón fue el primero en irse de vacaciones tras la Liga Regular, mientras que Rudy sólo pudo disputar la primera ronda de play-off. Los Gasol conseguían meterse entre los ocho mejores, pero con sensaciones muy distintas. Mientras los Lakers de Pau se estampaban contra los Mavericks; los Grizzlies de Marc llegaban sin presión tras eliminar contra todo pronóstico a los Spurs y conseguían forzar el séptimo partido ante los Thunder. No pudieron obrar el milagro pero dejaron una de las series más emocionantes de la temporada.
ESTADÍSTICAS JUGADORES ESPAÑOLES